jueves, 16 de abril de 2009

Los proveedores del motor eliminan 53.000 empleos

El frenazo de las fábricas de automóviles en España está teniendo un efecto devastador en sus proveedores de componentes, cientos de pequeñas y medianas empresas que, en muchos casos, viven del suministro a una única factoría.
Actualmente, están en marcha Expedientes de Regulación que afectan a 53.342 empleados de 283 compañías, según los datos que maneja Sernauto, la asociación de la industria de componentes. La mayoría de expedientes son temporales; es decir, cuando finalice el plazo fijado, los empleados volverán a trabajar en las mismas condiciones, pero también se han producidos despidos definitivos que afectan a cerca de 5.500 personas.
La industria empleaba al cierre de 2007, últimos datos oficiales, a 245.666 trabajadores (-0,8%), aunque Sernauto estima que el empleo en 2008 se redujo sustancialmente. Tomando como referencia ese dato, una quinta parte de los empleados de la industria auxiliar están afectados por los ERE.
“El año va a ser dramático. Van a seguir presentándose expedientes los próximos meses, pese a que en las últimas semanas algunas fábricas de automóviles han incrementando ligeramente su ritmo de producción por el aumento de las ventas de coches en algunos países tras los incentivos de los gobiernos”, subraya José Antonio Jiménez, director general de Sernauto. La producción de automóviles en España se redujo en un 50% los dos primeros meses. Anfac, la asociación del sector, esperaba en enero un descenso anual del 21%, aunque, dada la virulencia de la crisis, tendrá que revisarse. Las fábricas de automóviles tienen en marcha ERE temporales que afectan a 43.000 trabajadores.
Los ajustes están encabezados por Bridgestone, con un ERE que afecta a 2.463 empleados durante un periodo de hasta 53 días; seguido de Sidenor que ha enviado a casa a 2.200 empleados durante un máximo de 72 días. Grandes multinacionales, como Valeo, Roberto Bosch, Magnetti Marelli o Delphi, también están cerrando sus centros para ajustarse a la demandas de sus clientes.
Aproximadamente la mitad de la producción de las factorías de componentes tiene como destino las plantas de automóviles instaladas en España y la otra mitad se exporta.
El cierre temporal de las plantas de estas grandes multinacionales se extiende a su vez a sus decenas de pequeños proveedores, por lo que muchos de los expedientes presentados afectan a menos de cien trabajadores.
La crisis también ha provocado el cierre definitivo de 22 plantas de componentes y ha llevado a once pequeños proveedores a presentar concurso de acreedores.
Muchos fabricantes están ahogados financieramente porque, a la caída de los ingresos por el frenazo de las fábricas, se une la dificultad para renegociar sus líneas de créditos. “El sector está muy endeudado y actualmente es muy complicado negociar con los bancos”, apunta Jiménez.
La industria española de componentes para automóviles facturó 32.873,2 millones de euros en 2007 con unas inversiones de 1.160 millones de euros.

Fuente: Expansión
(15/04/2009)

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