lunes, 27 de abril de 2009

La temporalidad recorre Europa

Un contrato temporal en España sugiere precariedad, mala retribución e inestabilidad. En general, se asocia un sentido negativo a este tipo de contratación. "La temporalidad aún está muy relacionada con la falta de calidad profesional, con la oferta de puestos de trabajo de baja cualificación y con una mala remuneración respecto a los trabajadores de la misma categoría contratados directamente por la empresa", asegura Edwin Schreur, country manager del Grupo USG People para España.
Sin embargo, en los países de la Unión Europea el empleo eventual no es visto como algo perjudicial, sino como la puerta de entrada al mundo laboral, una opción más que ofrece el mercado de trabajo, una manera de no atarse a una empresa, una forma de motivación, de adquirir experiencia o de obtener flexibilidad.Francisco Aranda, presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett)opina que: "La percepción negativa del contrato temporal tiene un factor profundamente cultural que difiere bastante de un país a otro. En España se atribuye siempre a una necesidad del empresario y casi nunca a una opción del trabajador, y en el mercado laboral toda condición que sea impuesta es percibida como negativa. En cambio, en Holanda o Reino Unido muchas personas optan por trabajar temporalmente como modo de vida y el uso del contrato a tiempo parcial es generalizado entre las mujeres".
Además, este tipo de contrato suele ser la vía más común para empezar a trabajar en un país que no es el de origen. El derecho de libre circulación que existe en la Unión Europea permite trabajar a los ciudadanos de cualquiera de sus países miembros en otro Estado con las mismas condiciones que los ciudadanos de dicho país. De este modo, es posible recorrer Europa encadenando empleos temporales y labrarse un currículo a base de contratos eventuales.
Esta forma de vida laboral también ofrece la oportunidad de ganar unos conocimientos y competencias muy demandadas actualmente por las organizaciones.
En cambio, en situaciones de dificultades económicas los trabajadores temporales son los primeros en sufrir los recortes de personal.
Debido a la situación económica, los perfiles de los demandantes de empleo temporal en Europa han variado y aumentado. Si en los tiempos de bonanza eran especialmente jóvenes con estudios en busca de su primera experiencia laboral, en la actualidad trabajadores de la construcción, inmigrantes, amas de casa, profesionales con titulaciones universitarias y con experiencia laboral, y personas mayores de 45 años acuden a una empresa de trabajo temporal.

Fuente: Expansion
(20/04/09)

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